Conóceme: soy Katy Gómez

Visión

Sobre mí

Mi historia

Empiezo el curso de psicoprofilaxis (así se llama en Colombia) para prepararme para el parto en el embarazo, tuve 8 capacitaciones, pero todas para el cuidado del bebe y solo una para la preparación en el trabajo de parto. En mayo del 2014 llega ese momento tan anhelado, yo ya con 27 años, nace mi Sergio. Recuerdo que llegué sin saber nada, con angustia, miedo, pero también con una gran ilusión de conocerlo y llevarlo a casa. Tuve anestesia con epidural desde los 4 cm de dilatación y mi parto fue con fórceps porque tenía tanta anestesia que no podía ni pujar y una episiotomía a consideración del ginecólogo.

Mi postparto fue doloroso la primera semana. Recuerdo que me dolía la espalda, presentaba ardor cada vez que orinaba por la cicatriz de la episiotomía y una gran desilusión al ver mi cuerpo pensando que se iba a quedar así para toda la vida. No hice ningún entrenamiento en el postparto ni sabía que existía, solo me decían que mi cuerpo iba a volver a estar como antes. Presentaba dolor en las relaciones sexuales, pero mi ginecólogo me decía que era normal.

Pasado un año, volvemos a quedar embarazados con una gran ilusión de darle un hermanito. Aquí no fui al curso de psicoprofilaxis porque me dijeron que como ya lo había hecho antes, no era necesario. En el 2016 nace nuestro segundo hijo, esta vez por cesárea de urgencia pues sus latidos habían disminuido. Mi Samu nació sin ningún problema, el problema era yo que no sentía mis piernas, las cuales tardaron 6 horas en despertarse. Dolores de cabeza, me tocaba amamantar a Samuel acostada… Pasados 5 días en la clínica estábamos felices de llevarlo a casa, claro, sin pensar en el trabajo de tener dos pequeños en casa. Mi cuerpo no quedó en las mejores condiciones, la piel del abdomen estaba flácida y con muchas estrías… está claro que sentía inconformidad con mi cuerpo.

Pasado más de un año, decido hacerme una abdominoplastia. Así, mi piel quedo estirada. Me veía y me sentía mejor, pero mi piel hizo cicatrices queloides por lo que son muy notorias y dolorosas, pues aún me hacen sentir vergüenza y no me atrevo a usar un traje de baño de dos piezas, pero con ropa me veo y me siento muy bien. No puedo retroceder el tiempo, pero siento que todo esto se podría haber evitado si yo hubiese hecho un entrenamiento físico en el embarazo y en el postparto. Que mi abdomen estuviera en las mejores condiciones antes de quedar de nuevo embarazada, que me hubiera alimentado distinto, que hubiese tratado mi cicatriz de cesárea y después la de la abdominoplastia para no quedar con fibrosis, pero claro, es difícil cuando nadie te lo dice. Así que con mis ganas de resolver mis dudas, me di cuenta de que existía la rehabilitación del suelo pélvico y para mi sorpresa, lo hacían los fisioterapeutas, y es ahí donde nace mi motivación, mi curiosidad y empiezo a soñar preparando el camino, cuando decido que es mi momento, ya con mis hijos de 3 y 5 años empiezo a dar pasos para avanzar en ese camino, viajo a España con mis hijos para especializarme en la rehabilitación de suelo pélvico.

No puedo negar que saqué mi mayor esfuerzo porque tener hijos y estudiar no es tarea fácil, pero la ilusión, ni el cansancio me la quitó y tengo que decir con orgullo que nace este proyecto, reintegrándome a mi profesión desde el cuidado de la salud intima de la mujer, donde quiero ayudarte y orientarte en cada una de las etapas donde más cambios ocurren.

Porque deseo que tu embarazo y postparto no sea igual al mío, que estés preparada física y emocionalmente con apoyo de tu pareja, para ese momento tan especial y anhelado de poder tener en brazos a tu bebé, ser consciente de como funciona tu abdomen y los músculos de tu zona intima esos que utilizamos a diario, pero que no somos conscientes de que existen, esas cicatrices que ni tocamos, pero que es importante tratarlas para evitar problemas a largo plazo, la faja abdominal, que si no le entrenamos a tiempo va a ser más difícil volver a su estado normal, las disfunciones de la musculatura del suelo pélvico aparecen a través de los años, así que dejemos de normalizar estas alteraciones que pensamos que tenemos que vivir con ellas de por vida, y la única solución que nos dan es quirúrgica, quiero decirte que tiene solución y estaré encantada de ayudarte.

No puedo dejar atrás a el tratamiento a hombres, que también presentan disfunciones del suelo pélvico y, como profesional en el área, tengo los conocimientos para mejorar la funcionalidad de la musculatura del suelo pélvico contribuyendo al bienestar de su zona intima.

Mi perfil profesional